En la Semana del Teatro, Francisco Bobadilla, vicerrector adjunto de Campus Lima, reflexionó sobre la oportunidad que el teatro brinda para reconocer la complejidad de la condición humana.
Por Ioanna Gallo. 12 junio, 2015.Durante la charla, el vicerrector señaló la singularidad del teatro dramático, en el que considera “aparece con mayor claridad las luces y sombras de la condición humana, claro que, sólo puede haber drama o tragedia cuando hay civilización”.
Indicó además que “el teatro tiene el arte de mostrar aquello que solo el alma humana puede ver. En sólo segundos somos testigos de escenas, actos o gestos que no se agotan en el personaje pues abren las puertas al alma”. Además, se refirió a la oportunidad que brinda este arte para mirar con el alma aquellos temas de trascendental cuestionamiento como el amor, las prioridades, el éxito, la esperanza, entre otros.
Albert Camus, Gabriel Marcel, Alejandro Casona, San Agustín y Juan Pablo II fueron algunos de los escritores citados por el Vicerrector para indicar ejemplos de buen teatro, en el que “se trasciende a la escena, al acto y al personaje porque me lleva a tocar esas cuestiones de la condición humana”. Bobadilla también agregó que “esas obras son testimonio de ideas trascendentales como esa de que hay tramos de nuestra biografía que solo tienen sentido entre dos o tres, no somos un verso suelto. Nuestra existencia tiene valor en la medida en que hemos amado. Vale decir pues que es el amor lo que realmente le da peso a la existencia humana y de su destino”.